💰 SISTEMA DE FINANZAS PARA TU NEGOCIO
2. Fijar el hábito
Cuando haces muchas cosas a lo largo del día, es muy importante tener claro cuándo le voy a dedicar tiempo a mis finanzas de mi negocio. Como cualquier hábito que implementes en tu vida, ya sabes que al principio te va a costar muchísimo, pero a medida que vayas avanzando y teniéndolo cada vez más controlado la cantidad de tiempo que le tienes que dedicar es menor. Siempre que quiero implementar un hábito nuevo, el cerebro pone resistencia y hay mucha fricción. Tienes que pelear con tu cerebro que su misión en conservar la máxima energía posible, está diseñado para eso, no le puedes culpar que le haga muy bien su trabajo.
Una de las excusas más comunes que ponemos es la falta de tiempo.
Ejercicio
Te invito a que hagas un ejercicio muy sencillo para convencerte que tienes tiempo. Todos los teléfonos móviles tienen una aplicación, que el algunos se llama bienestar digital, en otros móviles salud digital etc…
Básicamente lo que te dice esta aplicación es el tiempo que has estado viendo las distintas aplicaciones que tienes instaladas en tu móvil, los desbloqueos que has realizado del teléfono y algunas te dicen hasta las notificaciones que has recibido. Observa el tiempo que le dedicas al teléfono y luego piensa si no le puedes dedicar 10 minutos diarios a tus finanzas o 50 minutos semanales.
Como te he dicho antes tu cerebro va a su bola, quiero que te anticipes porque mientras menos fricción encuentres para realizar el hábito más posibilidades tienes de llevarlo a cabo. Por este motivo vamos a desarrollar una estrategia que te permita dirigir tu negocio sin que le dediques mucho tiempo.
¿Cómo funciona un hábito?
- Señal
Tienes una notificación en tu teléfono - Anhelo
Deseas conocer el contenido del mensaje - Respuesta
Coges el teléfono y lees el mensaje - Recompensa
Satisfaces tu deseo de leer el mensaje y saber qué dice. - Hacerlo obvio
Tienes que ser muy concreto a la hora de definir el momento porque si la acción es muy genérica nos va a costar más trabajo ponerla en marcha, en cambio si es concreta y clara nos va a costar menos esfuerzo, porque hay que pensar menos, ya que en su momento decidiste la acción utilizando la estrategia a nuestro favor.
Busca donde se desencadenan tus señales que te impiden controlar las finanzas de empresa para evitarlas. Para acordarte que tienes que mirar la cuenta del banco puedes ponerte la aplicación en el móvil donde la veas constantemente, si lo haces en el ordenador te puedes crear un acceso directo en el escritorio para que lo veas.
Haz el hábito atractivo
Cuando más atractivo sea hay más posibilidades que se generen nuevos hábitos. Tienes que pensar en algo que quieras hacer, es decir algo que te produzca placer como por ejemplo tomar un café en tu cafetería favorita. Y vincularlo con el hábito de gestionar las finanzas te tu negocio.
Hacerlo sencillo
Como dijo Voltaire, lo mejor es enemigo de bueno. Seguro que has conocido la sensación de parálisis por análisis, has intentado desarrollar el plan perfecto porque quieres hacerlo bien, pero el problema que no entras en acción. Te has preguntado alguna vez porque la formación es tan atractiva, sentimos que hacemos algo, pero sin hacer el esfuerzo y sin el riesgo de fracasar.
Es una manera de retrasar ponerte en acción. No digo que este bien formarse, pero hay hacer cosas.
Comienza con acciones pequeñas, que no te importe invertir solo un minuto en empezar un hábito, quieres reforzar la señal, ya subirás la dificultad.
Primero tienes que dominar el hábito básico para que quede establecido el hábito y poco a poco pasar por siguientes niveles.
Hacerlo satisfactorio
Los humanos tendemos a repetir una conducta cuando la experiencia es satisfactoria. Una forma sencilla es hacer un historial de hábitos o un registro, es la forma de medir si realizaste o no un hábito. Puede ser algo tan sencillo como marcar una X en el calendario.
Un socio corresponsable puede crear un costo inmediato para nuestra inactividad. Nos importa mucho lo que otros piensen de nosotros y no queremos que los demás tengan un mal concepto de nosotros.
Rendir cuentas ante terceros nos hace esforzarnos mucho más.
Las personas experimentamos el máximo de motivación cuando trabajamos en tareas que están justo en el límite de nuestras actuales habilidades.
Si la tarea a realizar es demasiado complicada nos genera aburrimiento y fracasamos, pero pasa lo mismo cuando la tarea es demasiado fácil.
Lo que más no va ayudar a fracasar es el aburrimiento.